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Polémica: Isabel Preysler recibida con abucheos en Santa Verona

domingo, 25 de mayo de 2018, 16:50

La expresidenta del Gobierno, Isabel Preysler, acudió esta mañana al centro de la ciudad de Santa Verona para inaugurar una avenida que lleva su nombre. Nada más llegar en coche fue recibida con abucheos de un centenar de personas que perdieron su vivienda tras la construcción del nuevo cinturón de circunvalación. La alcaldesa de la ciudad y presidenta de la Isla de Santa Verona, Isabel Bonig, pidió respeto a los ciudadanos y alegó que "Isabel Preysler hizo mucho por la ciudad".

La expresidenta del Gobierno, Isabel Preysler, acudió esta mañana al centro de la ciudad de Santa Verona para inaugurar una avenida que lleva su nombre. Nada más llegar en coche fue recibida con abucheos de un centenar de personas que perdieron su vivienda tras la construcción del nuevo cinturón de circunvalación.

Más incómodo se mostró Mario Vargas Llosa que decidió acompañar a su actual pareja. Vargas Llosa se mostró muy molesto y varias veces hizo un gesto de silencio, algo que se interpretó como una provocación a los manifestantes que elevaron sus abucheos y silbidos. Al grito de "Isabel cabrona, devuélveme mi casona" e "Isabel corrupta", los manifestantes se hicieron escuchar durante todo el acto.

La alcaldesa de la ciudad y presidenta de la Isla de Santa Verona, Isabel Bonig, pidió respeto a los ciudadanos y alegó que "Isabel Preysler hizo mucho por la ciudad".

La gran ausente al acto fue la presidenta del Gobierno, Cristina Cifuentes. Por lo visto, a Cifuentes no le ha gustado nada que su compañera de partido, Isabel Bonig, le haya dado a Isabel Preysler un reconocimiento de tal envergadura.

ISABEL PREYSLER APROBÓ LA OBRA EN 2015

En 2015, Isabel Preysler dio el visto bueno del PGOU de la ciudad de Santa Verona. Un plan muy ambicioso que permitirá la implantación de grandes empresas y corporaciones, áreas residenciales y complejos comerciales y de ocio. La obra del cinturón de circunvalación supuso la demolición de 50 casas cuyos propietarios fueron indemnizados y recibieron un piso de protección oficial.

Muchos de los afectados montaron una asociación y contrataron los servicios de un abogado. Según ellos, el gobierno que presidió Isabel Preysler les indemnizó con una cantidad de dinero inferior al coste de su vivienda derribada y además no tuvieron el derecho de elegir un piso en la nueva área residencial que se estaba construyendo en ese lugar.